Colchagua, tierra de viñedos fértiles y paisajes dominados por la imponente Cordillera de los Andes y el río Tinguiririca, guarda una historia milenaria que abarca desde las culturas nómadas ancestrales hasta la fundación colonial española. La Cultura Colchagua dejó huella con su cerámica y avanzadas prácticas agrícolas, mientras que la llegada de los españoles en el siglo XVI marcó el inicio de la ciudad de San Fernando de Tinguiririca, centro neurálgico administrativo y comercial. Durante la colonia, las extensas haciendas y el cultivo de trigo prosperaron, preparando el terreno para la floreciente industria vitivinícola del siglo XIX, impulsada por inmigrantes europeos que vieron en los suelos y clima de Colchagua el lugar perfecto para producir vinos de renombre mundial. Hoy, Colchagua se destaca como la "Capital del Vino Chileno", atractivo turístico de primera línea donde la historia se mezcla con la modernidad en una experiencia enológica y cultural inigualable.